La señora Laura Ramírez González denunció públicamente que el actual presidente municipal de Juchique de Ferrer, Cruz Cuevas, le adeuda 114 mil pesos por la compra de ataúdes, deuda que —aseguró— arrastra desde hace más de dos años y que hoy pone en riesgo su principal herramienta de trabajo: una camioneta Frontier modelo 2016 adaptada como carroza para el traslado de féretros.
Según su testimonio, la cuenta pendiente se originó por la venta de 24 ataúdes en febrero de 2024, a lo que se suma un adeudo previo de aproximadamente 40 mil pesos.
“En total son 114 mil pesos, porque él mismo redondeó la cantidad”, explicó.
Un negocio familiar bajo presión
Ramírez González relató que no son funeraria, sino intermediarios:
Ella y su esposo trabajan con una fábrica de ataúdes en México,
Adaptaron su camioneta Frontier 2016 con estructura para transportar féretros,
La empresa les entrega los ataúdes contra la firma de pagarés,
Ellos salen a ruta a vender y luego liquidan la mercancía a la fábrica.
El problema, dijo, es que la falta de pago del alcalde los ha dejado en una situación límite:
“En la empresa me dicen: o nos pagas, o te recogemos la camioneta. Es nuestra fuente de trabajo. Cada vez que salimos con mercancía firmamos un pagaré. Ahora nos exigen el pago y el dinero no es nuestro.”
Tres años de relación comercial y más de dos años de promesas
La denunciante afirmó que trabajaron alrededor de tres años surtiendo ataúdes al ayuntamiento:
El presidente municipal les decía que los féretros eran donados a familias de la comunidad,
Según ella, el edil justificaba así la compra recurrente y les comentaba que buscaba volver a postularse más adelante.
La última operación relevante fue —según su dicho— el 25 o 26 de febrero de 2024, cuando Cruz Cuevas les habría pedido 24 ataúdes más:
> “Nos habló y nos dijo: ‘Tráeme 24 ataúdes, te voy a pagar lo que te debo anterior y te voy a pagar esto’. Cuando llegamos ya no nos pagó. Nos dio un cheque y nos dijo: ‘Mañana lo cobras sin falta’.”
Sin embargo, aseguró que nunca les permitió depositar ese cheque:
“Siempre nos decía: ‘No lo vayas a meter, el día 5 ya tienes tu lana’. Y luego: ‘Aguántame al próximo mes’. Así nos tuvo casi dos años.”
Un abogado les habría indicado que, al no haber ingresado el cheque al banco, era difícil iniciar un procedimiento legal basado en ese documento.
Pese a ello, Laura subrayó que conserva mensajes y audios donde el alcalde le pide paciencia y promete pagar.
Enfermedad renal y miedo a denunciar
Durante la conferencia, Laura Ramírez reveló que enfrenta además una situación delicada de salud:
Padece insuficiencia renal,
Recientemente recibió un trasplante,
Se trasladó a vivir a la Ciudad de México por motivos médicos.
“Yo lo único que le pido es que me pague. No quiero perjudicarlo, solo necesito saldar la deuda con la empresa. Yo estoy enferma, traigo todos mis documentos. Este dinero no es mío.”
Reconoció que durante mucho tiempo no presentó demandas ni acudió a autoridades estatales por miedo:
“Siempre lo veíamos con guaruras y nos daba miedo. Nunca lo exigimos con violencia, ni le gritamos. Siempre fue suplicar que nos pagara. Pero ya se va, y yo no puedo quedarme con este problema.”
“El dinero no es nuestro… y nos pueden quitar la camioneta”
La afectada detalló que la fábrica de ataúdes les ha advertido que, si no cubren el adeudo, procederá a recuperar la unidad:
Valuarían camioneta y estructura,
Descontarían de ahí los 114 mil pesos que deben,
Les entregarían lo que eventualmente sobrara.
“Nos han dicho: ‘Esto es un negocio. Si ustedes no nos pagan, recogemos la camioneta, hacemos la valoración y nos cobramos nuestro dinero’. Nos quedaríamos sin herramienta de trabajo.”
Sin acercamiento con el alcalde electo, pero con un llamado público
Laura Ramírez admitió que no ha presentado denuncia formal ni se ha acercado a la gobernadora hasta ahora.
La rueda de prensa —dijo— tiene como objetivo que:
La historia se conozca públicamente,
El actual presidente municipal la contacte y acuerde un pago,
El alcalde electo tome conocimiento del caso y, en su caso, intervenga para que no quede en el olvido.
“Yo lo que quiero es que se entere el presidente que va a entrar y que le diga: ‘Paga, porque no me quiero quedar con broncas’. A mí solo me interesa que se cubra la deuda.”
Aseguró que, pese al tiempo transcurrido, no ha recibido amenazas directas:
> “Lo que sí hemos recibido son muchos ‘aguántame’. Tengo infinidad de mensajes donde dice: ‘Ahí está tu lana, nada más aguántame’.”
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